HOY, LA GENERACIÓN DEL 27 NO SURGIRÍA EN MÁLAGA

Federico García Lorca nos llamó “Málaga, ciudad desnuda”, mientras que a Sevilla la denominó báquica (borracha). Cernuda vivió aquí los años más felices de su juventud. Vicente Aleixandre se apasionó por la “ciudad del paraíso… ciudad no en la tierra”. La Generación del 27 se originó aquí, a partir de la Revista Litoral, porque, entonces, Málaga era la ciudad más desprejuiciada, libre, tolerante y descarada de la mitad sur de España, y por lo tanto, la ciudad más atractiva para mentes libres y sedientas de comprensión, como fue aquella generación, en la que hubo también malagueños muy notables que no valoramos, como Altolaguirre o Emilio Prados.
Tal como Málaga se comporta en la actualidad, no les atraería.
NO PODRÍA SURGIR AQUÍ UN PARNASO POÉTICO DE CALIDAD MUNDIAL.

Lorca aseguraba en sus reuniones malagueñas que esta ciudad era la más libre del mundo. Un examen del ambiente malagueño actual arroja una visión desperanzadora. No se puede ser más mojigatos, intolerantes, acomplejadamente machistas, beatos ni libertífobos. En Málaga no hay servicios ni espectáculos indispensables en ciudades de su dimensión que aspire a ser famosa turísticamente. No conocemos salas de “striptease” ni de “gogos” de ningún género; ni saunas audaces, ni discotecas modernas ni zonas “rosas” o “rojas”.  No hay nada de nada. La que debería ser por sus 600.000 habitantes una capital atrayente, receptora de visitantes de la provincia, es todo lo contrario; Málaga  tiene menos interés que casi todos sus pueblos..
Málaga se mueve…

pero POR AHORA NO SE MUEVE.

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