martes, 13 de agosto de 2013

Cleopatra, eclipses y zodiaco


Desde el comienzo de su civilización, los antiguos egipcios mostraron un gran interés por los cuerpos celestes. Entre otras cosas, porque el estudio del firmamento resultaba de gran importancia para su vida cotidiana, ya que les permitía determinar, por ejemplo, las fechas de las inundaciones anuales del Nilo, facilitando así su aprovechamiento en materias agrícolas.

Aquella atención hacia las estrellas tenía también un fuerte componente religioso, ya que algunas de las divinidades egipcias más importantes estaban plenamente identificadas con constelaciones y estrellas. Así, la diosa Isis estaba vinculada con la estrella Sirio (Sepdet oSopdet), mientras que Osiris guardaba una estrecha relación con la constelación de Orión (Sah).

Desde un punto de vista arqueológico y artístico, esta fascinación religiosa de los antiguos egipcios por los astros tuvo como consecuencia más directa la representación de sus creencias y conocimientos astronómicos en templos, tumbas y sarcófagos.

Un ejemplo bastante tardío (siglo I a.C.) es el zodiaco encontrado en el templo de Dendera, muy cerca de los recintos de Luxor y Tebas. Este templo fue descubierto durante la presencia napoleónica en el país del Nilo, concretamente en 1799. El recinto sagrado está dedicado a la diosaHathor, y la parte que más nos interesa es un zodíaco plasmado en un bajorrelieve, que originalmente estuvo en el techo de una de las capillas del templo y que hoy está expuesto en elMuseo del Louvre.

La imagen, que data del año 50 a.C. (periodo helenístico), consiste en un “círculo” en el que aparecen representadas las constelaciones conocidas y estudiadas por los egipcios, aunque muestra ya signos zodiacales de clara influencia griega.

Copia del "disco celeste", colocado en su ubicación original de Dendera | Crédito: Wi …El “disco” de Dendera está sostenido por cuatro figuras femeninas –que simbolizan los pilares de la Tierra–, además de porcuatro parejas de espíritus con cabeza de halcón. Entre estas figuras, por otra parte, aparecen representados los 360 decanatos que, sumados a los epagómenos, componían el año solar egipcio de 365 días.

En el interior del disco encontramos plasmados los signos del zodiaco (algunos son fácilmente identificables, como Capricornio o Tauro), pero también a Aj Mesjetiu (“la brillante de la Pata de Buey”), Sah (Osiris), la “Vaca celeste” (Isis), además de otras figuras animales, correspondientes a sendas constelaciones.


También están representados los cinco planetas conocidos en aquella época por los antiguos egipcios y, curiosamente, tres de ellos aparecen relacionados con signos del zodiaco concretos: Venus con Acuario, Júpiter con Cáncer y Marte con Capricornio.

Aunque los antiguos egipcios creían que la posición de ciertos astros podía influir positiva o negativamente en sus vidas, el singular zodíaco de Dendera no tuvo una función astrológica. En realidad, y según los estudios realizados por varios astrónomos, sería más bien una especie de “mapa celeste”, una “instantánea” del firmamento en varias fechas concretas.

Para la egiptóloga Sylvie Cauville –de la Universidad de Utrecht– y el astrofísico Éric Aubourg–de la Univesidad París-Diderot–, la posición concreta de los planetas en relación a los signos del zodíaco estaría reflejando una imagen del cielo nocturno visible en algún momento entre el 15 de junio y el 15 de agosto del año 50 antes de nuestra era.

Pero además, habría también una alusión a otras dos fechas, próximas en el tiempo. En opinión de varios estudiosos, es muy posible que los símbolos representados en el disco de Dendera estén ofreciendo información sobre dos eclipses ocurridos en aquellos años.

El primero de ellos habría sido un eclipse lunar ocurrido el 25 de septiembre del año 52 a.C., plasmado por medio del Udjat, el ojo de Horus; el segundo, por otra parte, sería un eclipse de sol registrado el 7 de marzo del año 51 a.C., y que estaría representado mediante la figura de Isis sujetando por su cola a un babuino (una de las formas de representar al dios Thoth).

¿Por qué reflejaron los artistas egipcios estas fechas concretas, y los eclipses? Los investigadores creen que un importante hecho histórico podría estar relacionado: la muerte de Ptolomeo Auletes, padre de Cleopatra, ocurrida en el 51 a.C. De este modo, con la representación del techo celeste de Dendera, la célebre reina egipcia habría querido dejar constancia del momento de la muerte de su padre y, al mismo tiempo, del glorioso momento de su ascenso al trono.

Fuentes: Museo del Louvre, New Scientist, Planeta Sapiens

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