No es extraño que las restauraciones o el estudio de algunas obras de arte mediante las técnicas e instrumentos más modernos acaben por desvelar detalles sorprendentes en pinturas de todas las épocas.
Eso es lo que ha sucedido, precisamente, tras el reciente análisis de un fresco que se exhibe en el Museo del Louvre, y que forma parte de la llamada ‘Colección Campana’.
La obra en cuestión, titulada ‘Tres hombres armados con lanzas’, está datada en el siglo XIX, pero gracias al uso de una moderna técnica que emplea la radiación terahertz –la misma que usan los polémicos escáneres capaces de ver bajo la ropa que hay en algunos aeropuertos– se ha descubierto que bajo las pinceladas visibles hay una obra más antigua, a todas luces de época romana.
Los resultados de este importante hallazgo fueron presentados durante la celebración de un congreso de la Sociedad Química Americana, donde se dieron a conocer los detalles sobre la aplicación de esta técnica al estudio de obras de arte pues, curiosamente, esta era la primera ocasión en la que se empleaba la tecnología terahertz con este cometido.
Según explicó J. Bianca Jackson, una de las participantes en el estudio –en el que han trabajado también expertos del Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia y otras instituciones–, los investigadores sospechaban que bajo el fresco podía ocultarse una obra más antigua.
Imagen obtenida con la nueva técnica. En rojo se señala la zona del hallazgo | Crédito: …Esta suposición se fundaba en el hecho de que Giampietro Campana, un coleccionista de arte del siglo XIX propietario de la colección que lleva su apellido, repintaba algunas de las obras que adquiría, sobre todo si estaban parcialmente dañadas.
Este parecía ser el caso de ‘Tres hombres armados con lanzas’, por lo que los responsables de conservación del Louvre decidieron estudiar con detenimiento el fresco, que había sido arrancado de un muro en Italia. Los científicos emplearon varias técnicas no invasivas de estudio mediante imagen, pero ninguna reveló nada anormal.
Sin embargo, cuando los expertos emplearon la tecnología de radiación terahertz las imágenes obtenidas mostraron el rostro de un hombre bajo la túnica de una de las figuras pintadas por Campana en el siglo XIX. Según los especialistas, se trataría del rostro de un antiguo romano, una pintura que tendría unos 2.000 años de antigüedad.
Los resultados han sido tan satisfactorios que los autores de la investigación ya han comenzado a trabajar para aplicar la misma técnica en un antiguo icono ruso de estilo bizantino, así como en restos arqueológicos descubiertos en Turquía.
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