lunes, 29 de agosto de 2011

Málaga fue la primera capital de Andalucía que se enfrentó a las tropas napoleónicas en 1810.

El 24 de Enero de 1810 Málaga recibe la noticia de que las tropas napoleónicas han cruzado Despeñaperros. El pueblo comienza a alborotarse. Los hermanos Sanmillán, el padre Berrocal y el coronel Abello impulsan una revuelta en contra de la Junta que termina con el nombramiento de éste último como Capitán General.
El 4º Cuerpo de Ejército francés, al mando del General Horace Sebastiani, entra en Andalucía sin encontrar resistencia. El 28 de Enero ocupa Granada, el 2 de Febrero Antequera…

Tras la heroica pero infructuosa defensa por parte de la artillería establecida en el Fuerte de la Boca del Asno, Málaga se prepara para lo peor…
A las 14:00 horas del día 5 de Febrero de 1810, Abello manda tocar generala. En Teatinos, los defensores, dotados de escasa Infantería, Artillería y 150 soldados de Caballería, se encuentran cara a cara con la vanguardia de las tropas de Sebastiani al mando del general Milhaud, compuesta por 2.500 jinetes; entre ellos, los famosos lanceros polacos…

Los franceses intentan intimar la rendición, no una, sino tres veces, siendo respondidos con descargas.
Exactamente a las 16:00 horas de la tarde comienza el caos… únicamente una pieza de artillería resiste, no por mucho tiempo, al invasor, defendida por la Guardia de Honor de Málaga, a la izquierda del camino de Antequera.

Abello huye, dejando a los malagueños en la más triste desesperación. Sin embargo, la Infantería española intenta resistir a la francesa, a la derecha de la posición. A las 17:00 horas, los defensores se ven obligados a retirarse…
Con el apoyo de la Caballería, la Infantería francesa entra en Málaga: a las 7 sobre Zamarrilla, Calle Mármoles y la Plaza Mayor; una columna de jinetes penetra por la Cruz de Humilladero hacia Santo Domingo y una tercera llega al Perchel, alcanzando por la playa la Alameda.

Soldados y paisanos malagueños resisten encarnizadamente en las calles. Comienza la violencia. Una de las víctimas de aquella jornada es el Teniente del Regimiento “Reyna” y Ayudante Mayor de la Plaza D. Juan José del Castillo, que muere en las proximidades del convento del Carmen.
La derrota para Málaga fue nefasta. Se sucedieron numerosos actos vandálicos, destrucciones y saqueos, además de la multa de 12 millones de reales que Sebastiani impuso a los malagueños por haberse atrevido a levantarse contra las tropas imperiales.
Comienzan así dos años de ocupación francesa. Terminaría con la acción del general Ballesteros, uno de los mandos más capaces en aquellos momentos, que, tras varios intentos, consigue liberar la ciudad el 28 de Agosto de 1812.

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