La civilización maya guarda multitud de secretos. Sus enormes ciudades levantaron templos, pirámides y otras geniales construcciones. Sin embargo, tras su colapso, estas urbes fueron absorbidas por la selva, que las protegieron durante siglos. Ahora, poco a poco, a base de descubrimientos arqueológicos muestran algunos de sus misterios. Sin duda, uno de los más enigmáticos tiene que ver con la Reina Roja de Palenque. Unos restos óseos descubiertos en un mortuorio situado en ese gran enclave de la cultura mesoamericana, en el actual estado de Chiapas (México). Durante años los arqueólogos se han afanado por descifrar a quién pertenecía esa tumba. Nuevas investigaciones están a punto de dar a conocer más detalles sobre su pasado gracias al ADN.
Hace 19 años la arqueóloga mexicana Fanny López descubrió en el Templo XIII de Palenque una cámara mortuoria que revolucionaría el panorama sobre la cultura maya. En la sala funeraria encontró un sarcófago de 2,40 metros de largo por 1,18 metros de ancho con los restos óseos de color rojo de una mujer. Aunque no existía ningún tipo de inscripción en la sepultura el hecho de recibir un enterramiento de esas índole denotaba que su ocupante debía ser una importante personalidad de su tiempo, ya que estos funerales estaban reservados para los grandes jerarcas.
Las primeras investigaciones demostraron que la osamenta pertenecía a una mujer de unos 50 años. Los huesos estaban recubiertos de cinabrio, un mineral compuesto por sulfuro de mercurio que le otorga ese color rojo característico que le ha dado nombre. Este compuesto era utilizado por los mayas para la conservación de los restos humanos. Sin embargo, también son el principal problema para realizar las pruebas de ADN, ya que contamina la muestra y resta fiabilidad al resultado.
En la cámara se encontraron hasta 1.140 objetos, entre los que destacaba una máscara mortuoria -que fue reconstruida-, así como collares, diademas, perlas y conchas. Todos estos elementos confirmaban el estatus real de su ocupante. ¿Pero quién?
Sacrificios rituales
Los restos de la Reina Roja no fueron los únicos que encontraron en la cámara funeraria. Los arqueólogos también recogieron los restos de dos personas más, una mujer y un niño. Ambos habían sido sacrificados siguiendo un ritual habitual para los mayas en estos enterramientos. Sin embargo, estos huesos resultaron fundamentales para poder datar con fiabilidad el lugar, ya que no habían sido recubiertos por cinabrio. El análisis demostró que se trataban de restos del siglo VII.
En esa época, el gobernador de Palenque era Pakal 'el grande', uno de los principales líderes de la cultura maya que reinó durante 70 años del siglo VII. Los investigadores creen que la Reina Roja es Ahpo-Hel, la esposa de este importante monarca. Sin embargo, hacen falta más pruebas.
Un proyecto del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM) anunciaron esta semana que obtuvieron una muestra de colágeno de una vértebra superior de los restos óseos. Según la doctora Lourdes Muñoz, coordinadora académica del Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), del IPN, esta muestra no estaría contaminada por lo que los análisis de ADN podrían desvelar en los próximos meses quién es en realidad la Reina Roja.
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