jueves, 5 de enero de 2012

Málaga, capital de España



Mucha gente sabe que Málaga es la capital de la Comunidad de Málaga, pero muy pocos saben su pasado como capital de España. Porque sí, Málaga fue la capital de la España bizantina, entre el 552 y el 615 d.C. Y es que durante la época en la que el gran Justiniano gobernó el Imperio Bizantino, parte de España fue conquistada (sur y levante) y de todo ese territorio, Málaga, fue la capital.
El origen de la ocupación de España por parte bizantina se debe a la subida al trono del rey godo Agila en el 549, según como describe el historiador de la época, Procopio. Muchas ciudades béticas, entre ellas Málaga, se sublevaron, y apoyaron al noble Atanagildo. Y aquí la historia se vuelve oscura, y hay dos posibles hipótesis: una que sostiene que Atanagildo pidió ayuda a Justiniano y otra que fue el mismo Agila.
Lo cierto es que Justiniano envió sus tropas comandadas por Liberio en el verano de 552 y aprovechó la división visigoda para hacerse con el gobierno de buena parte de la Hispania de la época, hasta dominar una extensión prolongada desde el sur de la Península hasta Levante y Baleares. Mientras, Agila moría asesinado en Mérida en el 555 y Atanagildo se convertía en el Rey de la Hispania visigoda, aunque con medio territorio perdido en favor de los inteligentes bizantinos, que supieron sacar partido de la situación.

La primera ciudad plenamente conquistada por Bizancio y convertida en capital de la nueva provincia del imperio, Spania, sería Málaga. La ciudad entró a formar parte del Imperio Bizantino, conocido también como Imperio Romano de Oriente, en pleno apogeo del mismo. Justiniano ejerció su poder de emperador de manera ambiciosa y proyectó una Bizancio hegemónica como nuevo Imperio Romano en todo el mundo conocido.
Con militares legendarios como Belisario, Justiniano anexionó toda Italia, la antigua provincia romana de África (desde Egipto hasta Marruecos) y los territorios ibéricos reunidos en la provincia de Spania. Bajo su mandato se levantó la Catedral de Santa Sofía (el mayor templo cristiano del mundo hasta la construcción de San Pedro del Vaticano) que se encuentra en Constantinopla.Una vez muerto Justiniano, Bizancio decayó y nunca se recuperó. Constantinopla fue tomada por los turcos otomanos liderados por Mehmeth II en 1453. La ciudad pasó a llamarse Estambul y Santa Sofía a convertirse en mezquita.

La Málaga bizantina, capital del Imperio de Justiniano en Occidente, terminó en 615, cuando el rey Sisebuto la recuperó para los godos. Su influencia como puerto estratégico en plena alianza con Oriente permaneció. La ocupación bizantina constituye uno de los episodios clave de Málaga, coronada como potencia económica de primer orden. La entrada en juego de Bizancio fue fugaz, pero el germen de una ciudad orientalizada quedó injertado y floreció después a la sombra del Islam, donde Málaga siguió disfrutando de un puesto distinguido, hasta nuestros días, dónde Málaga sigue siendo un importante puerto español.

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