Porque como ha desvelado recientemente en
una nota de prensa, la marina norteamericana está desarrollando el concepto de una gigantesca instalación
–tan grande como nueve campos de fútbol– que orbitaría en el espacio.
Los ingenieros del Laboratorio de
Investigación Naval (NRL, por sus siglas en inglés) ya han diseñado un módulo con tres
partes diferenciadas: un panel
fotovoltaico, un dispositivo electrónico que convierte la energía en
radiofrecuencia y una antena que la dirige a los receptores de la Tierra.
El prototipo incluso ya ha sido probado en condiciones
similares a las que reinan fuera de nuestra atmósfera. El plan
prevé ensamblar con robots tanto los módulos como el anillo de reflectores que
concentraría los rayos solares en ellos.
En principio, el objetivo es abastecer de energía
cualquier lugar del planeta, por remoto que sea, donde tenga
lugar una operación militar o de ayuda humanitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario