lunes, 6 de febrero de 2012

Cierra el Guggenheim de Berlín

Rosalía Sánchez EL MUNDO


Deutsche Bank anuncia que no renovará su patrocinio y fuerza el adiós del centro, abierto desde 1997.

La crisis financiera se cobra también sus víctimas culturales, como es el caso del Gugenheim de Berlín, que cerrará a finales de año, según ha confirmado por e-mail su principal mecenas, Deutsche Bank. En un breve comunicado, la Fundación Solomon R. Gugenheim ha anunciado que el contrato de patrocinio que expira en diciembre de 2012 no será renovado, por lo que el museo no podrá seguir activo y Berlín perderá definitivamente una de sus referencias imprescindibles en arte contemporáneo desde su apertura, en 1997.
En los pasados 14 años, Deutsche Bank ha sostenido 57 exposiciones con las que el Gugenheim de Berlín ha atraído a 1,8 millones de visitantes. Con nombres como Robert Mapplethorpe, Robert Relaunay, Collier Schorr, el Gugenheim de Berlín ha sido fiel a su objetivo de organizar muestras pequeñas, pero ambicionas; exquisitas, pero atrevidas.
Pero los tiempos cambian y la prioridad del ahorro se impone ahora en las cuentas del primer banco alemán. El espacio que venía siendo ocupado por el arte, las instalación en la avenida Unter den Linden, será empleado a partir del próximo año como sede de un nuevo foro dedicado a"intensificar el diálogo entre los negocios y la política", según fuentes de Deutsche Bank que atribuyen la decisión al saliente presidente de la entidad, Joseph Ackermann, señalado ahora como el culpable de una pérdida simbólica incalculable, teniendo en cuenta además que el funcionamiento del Gugenheim de Berlín era un modelo de cohabitación pública y privada sin el que buena parte de la escena artística europea está condenada a desaparecerá.
Atrás quedan las grandilocuentes expresiones como "obligación social de la banca" o "ciudadanía corporativa" que utilizó en la inauguración el entonces presidente de Deutsche Bank, Rolf Breuer, en un tiempo en el que la fusión semántica del arte y el comercio era considerada prácticamente un sacrilegio. Esta participación, en todo caso, no era totalmente desinteresada y ha servido de catapulta a muchas compras beneficiosas para el banco, que posee una de las mejores colecciones de arte del mundo, con más de 56.000 obras que incluyen firmas como Richter, Baselitz, Polke o Gursky.

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