La
Taifa de
Málaga o Taifa mālaqui fue un reino independiente musulmán que surgió en
al-Ándalus en
1026, a raíz de la desintegración que el
Califato de Córdoba venía sufriendo desde
1008, y que desaparecería definitivamente en
1238 al ser conquistada por el
Reino nazarí de Granada. Entre su fundación en 1026 y su definitiva desaparición en 1238 se pueden distinguir cuatro etapas históricas:
Primera etapa: el período hammudí (1026–1057)
La primera etapa de la taifa de Málaga abarca un período de treinta y un años, en que sus reyes pertenecieron a la dinastía hammudi, salvo un breve intervalo de apenas un año en que el trono fue ocupado por un eslavo. Este período se inició en
1026cuando
Yahya I al-Mu’tali,
bereber de la dinastía hammudí que fuera noveno
califa de Córdoba, tras ser expulsado del trono cordobés unió bajo su mandato la
cora de Málaga y la
cora de Algeciras.
Desde el primer momento Yahya I al-Mu’tali contó con el apoyo de los
ziríes de la
taifa de Granada y se adjudicó el título de
califa, que a partir de entonces utilizaron los reyes taifas malagueños exclusivamente. Su reinado se caracterizó por el enfrentamiento con los reyes
abadíes de la
taifa de Sevilla, que cristalizó en conquista de la
taifa de Carmona, que debido a su posición estratégica, suponía una amenaza directa sobre la taifa sevillana, que en breve la reconquistó. En
1035 la muerte de Yahya I supuso la división del territorio en dos entidades independientes: la propia taifa de Málaga, que pasó a ser gobernada por su hermano,
Idris I al-Muta'ayyad, y la
taifa de Algeciras, que quedó en manos de su sobrino
Muhammad ben al-Qasim. Durante este reinado siguieron las luchas contra los abadíes sevillanos, logrando derrotarlos en
Écija en
1039 con el apoyo de las taifas de
Almería, Granada y Carmona.
A Idris I le sucedió en el trono malagueño
Yahya II al-Qa'im, quien se mantuvo en él solo un año, ya que en
1040 fue desplazado por su tío
Hasan al-Mustansir, quien a su vez perdería el trono en
1042 a manos del eslavo
Naya al-Siqlabi, con lo que la dinastía hammudí se vio interrumpida durante un breve período. El asesinato de Naya ese mismo año y la entronización de
Idris II al-Alí, hermano de Hassan, supuso la vuelta de la dinastía hammudí. Idris II reinó hasta
1047, cuando fue depuesto, encarcelado y sustituido en el trono por su primo
Muhammad I al-Mahdi, que se mantuvo en el trono hasta que fue envenenado y sustituido por su sobrino
Idris III al Sami, en
1052o
1053, según las versiones, quien se mantuvo en el trono sólo durante un año, ya que asimismo fue asesinado y sustituido por Idris II, quien ocupó de nuevo el trono, en una segunda etapa que se prolongó hasta su muerte en
1054 o
1055. El trono pasó entonces a su hijo
Muhammad II al-Musta'li y después al hermano de éste,
Yahya III al-Mahdi, quien sufrió la conquista de la taifa malagueña en
1057 a manos de
Badis ben Habús, rey zirí de Granada.
Segunda etapa: el período zirí (1073-1090)
Desde la conquista de Málaga en 1057 por Badis ben Habús de Granada, la taifa malagueña fue gobernada durante diecisiete años por un único rey dependiente de la taifa zirí de Granada. A la muerte de Badis en
1073 esta situación cambió, cuando sus nietos se repartieron el reino, correspondiendo a
Tamim ben Buluggin ben Badis la taifa malagueña y a su hermano
Abd Allah ben Buluggin ben Badis la taifa granadina. Inmediatamente se produjo un enfrentamiento entre los dos hermanos, y una primera petición de ayuda a los
almorávides por parte del malagueño Tamim, que no dio resultado. Años más tarde, en
1085, tras la conquista de
Toledo por
Alfonso VI, varios reyes taifas recurrieron también a los almorávides para hacer frente al avance cristiano. Sin embargo, aunque los almorávides derrotaron al rey castellano-leonés en la
batalla de Zalaca, tras la misma, viendo la debilidad que tenían los reinos taifas por sus continuas disputas internas, se enfrentaron a ellos, conquistando la taifa de Málaga en
1090.
Tercera etapa: el período hassun (1145–1153)
Durante los
segundos reinos de taifas, se produjo la tercera etapa de la taifa de Málaga, que abarca un período de sólo ocho años, con un solo rey perteneciente a la dinastía Banu Hassun,
Abu-l-Hakam al-Husayn, quien tras un período de dominación almorávide de casi cincuenta años, aprovechó una revuelta popular para expulsarlos y hacerse con el trono. Su impopular política tributaria y las alianzas con reinos cristianos en contra de los almorávides, hicieron su reinado muy impopular, provocando la llegada de los
almohades y su
suicidio en
1153.
Cuarta etapa: el período zannun (1229-1238)
Durante los
terceros reinos de taifas se produjo la última etapa de la taifa de Málaga, que abarca un período de nueve años, en que el trono fue ocupado por
Ibn Zannun, miembro de la dinastía Banu Zanum, cuyo fallecimiento en
1238 supuso la definitiva desaparición de la taifa de Málaga, que quedó incorporada al
reino nazarí de Granada.