La fiesta que asume el máximo protagonismo en junio es la Noche de San Juan, la víspera del 24, el día más largo del año y entrada del período estival. EnMálaga a esta jornada se la denomina popularmente de los Júas y son unos festejos en los que no faltan las clásicas hogueras pero estrechamente relacionadas con el mar. Hay muchos vuelos a la ciudad para poder vivirlo en persona.
La Noche de San Juan celebra desde tiempos inmemoriales la llegada delsolsticio de verano. Debido a la inclinación del eje terrestre en relación al sol, ese día hay más horas de luz y muchos pueblos paganos rendían homenaje al astro rey encendiendo fogatas en torno a las cuales bailaban. Si los griegos asociaron el rito a Apolo, el cristianismo hizo lo mismo sustituyendo al dios San Juan Bautista, originando la leyenda de que su padre, Zacarías, encendió varios fuegos para avisar a los vecinos de que su mujer estaba embarazada.
Las llamas continúan encendiéndose como elementos aglutinadores de la alegría pero también por su tradicional carácter purificador, de ahí que los malagueños los alimenten con maderas de viejos muebles y papeles en los que previamente han escrito tres deseos antes de proceder a saltar sobre ellas. El escenario es inmejorable: las playas de La Malagueta y La Misericordia, donde se reúnen miles de personas (es conveniente reservar hotel) para hacermoragas, es decir, barbacoas en los que priman las típicas sardinas ahumadas. El Ayuntamiento aporta su propia hoguera, aparte de organizar un programa de festejos que incluye conciertos y fuegos artificiales musicales.
Pero el elemento más característico es la quema de los Júas. Son muñecos de trapo rellenos de serrín y papel fabricados por los vecinos de cada barrio y cuyo nombre es una contracción de Judas, el apóstol traidor. Lógicamente representan el mal y por eso acaban consumidos, pero en la actualidad nadie se acuerda de esto porque se les dota de rasgos de algún personaje popular, un poco a la manera de los ninots valencianos de las Fallas. El Júa del Ayuntamiento incluso suele estar dedicado a un tema de actualidad: en los últimos años, la gripe A, las medusas o la crisis económica, por ejemplo. La costumbre de quemar júas es común a casi toda la provincia y los hay en Torremolinos, Fuengirola, Marbella, Nerja… También en Cádiz, donde se les llama Juanillos.
A medianoche, mientras arden los peleles, hay que bañarse en el mar; se trata de una costumbre basada en otra ancestral, caminar sobre el rocío de la madrugada para alejar los males de espíritu. Otras supersticiones similares invitan a lavarse la cara en el Mediterráneo para conservar la belleza eterna o no regresar a casa hasta que despunte el sol para acumular buena suerte. Una excusa tan buena como cualquier otra para divertirse trasnochando.
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