Nuestro jardín botánico de La Concepción es el más importante de Europa. Y por ello, visitarlo resulta tan solemne, y circunspecto como una grave lección universitaria, por lo que en vez de pasar unas despreocupadas horas de recreo visitándolo, se encuentra uno recibiendo una sesuda y cultísima lección botánica Pero La Concepción es un parque muy caro de mantener. Para ser preciso, CARÍSIMO DE MANTENER. Salvaguardar con tan excluyente rigor el valor cultural del jardín es un lujo que Málaga no se puede permitir. El valor académico de La Concepción no es incompatible con convertirlo en un gran negocio, visitado por miles de personas cada día de verano. Hay extensos espacios en las zonas forestales (sin tocar el jardín botánico) para instalar talleres de artesanías campesinas (esparto, pita, adelfa, taracea, quesos, compotas, pan de higos tortas de aceite, etc), donde se trabajara de cara al público, productos que se venderían en quioscos atendidos por chicas y chicos vestidos con trajes malagueños del XIX Dar un toque folclórico al parque aumentaría su atractivo, lo que rendiría fondos al ayuntamiento en vez de costarle tantísimo.
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