lunes, 17 de octubre de 2011
Kingdom Tower será el edificio más grande del mundo
La torre deberá soportar corrientes hasta de 123 kilómetros por hora en su parte más alta.
La Kingdom Tower, el proyecto del príncipe saudí Alwaleed bin Talal de construir el edificio más alto del mundo en Jeddah, está diseñada para imitar los contornos de una planta del desierto en crecimiento.
La tarea de Adrian Smith es lograr que no se balancee en el viento como si lo fuera.
El arquitecto estadounidense tiene el currículum perfecto para la tarea. Ya ha tenido que lidiar con efectos como la divergencia eólica horizontal y la presión negativa a gran altura sobre el desierto del Golfo Pérsico cuando diseñó el Burj Khalifa de Dubái, la torre más alta hoy día.
“El viento puede mover la torre de lado a lado y, cuando el movimiento es veloz, la gente que está adentro lo siente”, dijo en una entrevista telefónica Smith, de 67 años, que vive en Chicago.
“Diseñamos para reducir ese efecto.”
La Kingdom Tower se erigirá sobre tres bases separadas con fachadas inclinadas continuas que terminan a diferente altura, lo que ayuda a equilibrar el peso del edificio y a estabilizarlo ante vientos que pueden llegar a 193 kilómetros por hora en la parte más alta.
La construcción de esta estructura de 1.000 metros costará 1.200 millones de dólares en los próximos cinco años e incluirá un hotel Four Seasons, departamentos, oficinas, tres vestíbulos en los pisos superiores y el observatorio más alto del mundo en el piso 157.
El viento es el enemigo de los edificios altos, dijo Smith.
El Burj Khalifa fue diseñado como un conjunto de tubos que llegan a distintas alturas en torno al núcleo central para “confundir” al viento impidiéndole que forme remolinos de aire, explicó.
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“Con el Burj Khalifa aprendimos que, cuantos más escalones hay, más se evitan los torbellinos, y eso ayuda a estabilizar el edificio ante cualquier divergencia eólica horizontal”, señaló Smith.
“La Kingdom Tower lo hará con una serie continua de fachadas inclinadas hasta la cima, lo cual es más efectivo, pero más costoso.”
La torre está diseñada para moverse alrededor de un metro hacia cada lado a los 500 metros de altura en las tormentas más violentas, que se producen una vez cada cincuenta años aproximadamente, apuntó. El movimiento será mucho menor en condiciones meteorológicas más normales.
Smith trabajó en Skidmore, Owings and Merrill LLP cuando diseñó el Burj Khalifa, que se inauguró en enero del 2010.
Ahora socio de Adrian Smith+Gordon Gill Architecture de Chicago, el arquitecto dice que su pasión por llegar a nuevas alturas no ha disminuido.
“Dibujo edificios altos desde que era chico en California... Cada vez que se logra diseñar y construir un edificio del tipo de las torres super-altas, se aumenta en un 10 por ciento la base de conocimientos de los arquitectos”, señaló.
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