La Málaga encadenada por las arbitrariedades de Sevilla, duerme el sueño de Blancanieves eclipsada tras una densa niebla de narcisismo, crueldad gratuita y papanatismo hispalense.
Málaga no tiene otra industria poderosa que el turismo; opinar otra cosa es engañarse. El turismo nos permite seguir adelante pese a la hostilidad declarada del PSOE-junta; nos mantenemos vivos aunque cada vez menos ambiciosos, nos creemos grandes pese a que recibimos humillaciones y desaires diarios, nuestro aeropuerto es el tercero de la península y es muchísimo más importante que el de Sevilla, lo que será por algo.
Necesitamos que se hable de nosotros; hubo un alcalde nefasto que afirmaba que “Málaga no necesita publicidad”, lo cual demuestra lo “sagaz” que era. Hasta la Coca Cola necesita publicidad. El éxito de nuestra industria turística depende de la publicidad; si no se habla de nosotros es como si no existiéramos.
Pues hagamos un repaso de las veces que han hablado los medios de nosotros durante la Semana Santa.
Se habló de Málaga el domingo de ramos y el lunes santo, gracias a Antonio Banderas y Carmen Thyssen. Después el silencio hasta la espectacular llegada de la Legión. Luego, otro vez el silencio.
El resto de la semana NO HEMOS EXISTIDO.
La lluvia estropeó el lunes, martes y miércoles Santo nada más que en Sevilla. Hasta para Antena3, que gracias a Matías Prats suele ser la que más nos menciona, la Semana Santa de Málaga no has existido. La “madrugá” se suspendió entre el clamor de los medios, pero en el espléndido jueves santo malagueño no había pasado nada.
Si siquiera el domingote resurrección hubo espacio para hablar de la suspensión del resucitado.
Los lectores podrían creer que se trata de un pacto de silencio de todos los medios contra Málaga…
PUES NO. El problema es nuestra dependencia de Sevilla incluso en esto. Los medios tienen delegaciones allí y el sevillanito de a pie está dispuesto a cortarse la lengua antes de permitir que se hable de Málaga. Es uno más de los males que nos produce haber perdido la autonomía bajo las botas sevillanas.
Si no reaccionamos, si continuamos permitiendo los eclipses, injusticias y arbitrariedades a que nos somete la dependencia de Sevilla… estaremos condenado a la decadencia y la desaparición.
SI NO FUNDAMOS DE INMEDIATO LA AUTONOMÍA DE MÁLAGA NO TENDREMOS PORVENIR
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