Pensar en que los malagueños lleguemos a ser respetados de verdad es soñar con pajaritos preñados, porque el monumento más señero y representativo, la catedral, permanece a medio hacer desde 1770 y no mostramos estar dispuestos a completar la obra.
Se dice que “le falta una torre” y por eso algunos
usan el ridículo mote de “la manquita”, vergonzoso y reductor, porque hace
pensar en algo pequeñito y sin importancia, cuando es un monumento grandioso y
quien haya visto de cerca las catedrales de León, Burgos o París, entenderá la
sorprendente y vertiginosa magnificencia de esas TRES naves igual de altas, y
de más de cuarenta metros.
Pero no sólo le falta una torre a la “bastante
incomparable” catedral de Málaga. Le faltan CINCO TORRES, UNA CÚPULA, LA
SACRISTÍA Y OTRO ANEJO EN LA FACHADA OPUESTA. Quien se fije en los muros
pendientes de acabar (en arco) junto al monumento a Gálvez y a la entrada de
calle Cañón, se dará cuenta de que la obra faltante es toda una sacristía
abovedada y otro espacio igual y simétrico en el lado opuesto, posiblemente
para museo de joyas. Las dos puertas laterales, tendrían que estar rematadas
por torres gemelas, a las que falta un cuerpo a cada una. También faltan centenares de estatuas.
Simpatizantes de este club que son ingenieros,
afirman que es muy probable que la catedral de Málaga se derrumbe antes de que
acabe el siglo XXI, si continúa sin tejado y con tantas piedras erosionándose
por falta de acabado..
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