La campaña de la junta del PSOE por borrar las señas de identidad de Málaga, incluyó no sólo la intromisión permanente en cuestiones expresamente municipales (como la decoración de un mercado), sino que entraron en asuntos mucho más esenciales, como prohibir toda característica propia.
Pedro Aparicio cumplió el mandato del PSOE
eliminando el festivo del 18 de junio. Simultáneamente, fueron colando el
colonizador término “feria” para los festejos de agosto. Nacieron estos
festejos (en diminutivo despectivo)
porque la Fiesta Mayor era el 18 de junio, instituida por los Reyes Católicos y con la promesa del Ayuntamiento
de Málaga de “celebrarla por siempre”. Esa fiesta, bailada por “cañas” y por
“malagueñas” fue célebre en toda España y las colonias durante más de tres
siglos, razón por la cual .las malagueñas alcanzaron gran difusión, puesto que
se implantaron en Murcia, áreas de Castilla, Canarias, México, Cuba, Colombia,
Venezuela y Filipinas.
Aunque un exabrupto del granadino Guillén Robles y
la colonización cultural sevillana impuesta por la junta fueron rebajando la
importancia de la Fiesta Mayor de Málaga, el 18 de junio fue festivo sin
interrupción hasta que Aparicio lo eliminó
Aunque hace dos años el ayuntamiento quiso ser fiel
a su promesa a los Reyes Católicos y el 18 de junio volvió a ser festivo, en
seguida se lo volvieron a cargar los munícipes, ahora por los intereses de unos
mercaderes de borracheras adolescentes.
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